Leonardo Fernández arribó a Central en el 2013 y, durante más de cuatro años, lideró las categorías inferiores del club, logrando bastas condecoraciones de la talla de la “Copa Campeonato” y la “Copa Santa Fe”.
En noviembre de 2017, decidió hacerse cargo de la situación y, también, de un primer equipo diezmado. Tras la polémica salida del uruguayo Paolo Montero, Fernández optó por presidir un interinato que, luego, y patrocinado por sus buenas actuaciones, se convertiría en dirección permanente.
Los primeros resultados respaldaron un proyecto que se llevó el asombro de todos, pero, con el tiempo, las aguas comenzaron a agitarse, y su factible renuncia era lo único que sonaba en los pasillos. “Hijos de puta, los otros perdían 14 partidos seguidos y no decían nada. Nosotros perdemos dos y ya nos quieren echar”, le manifestaba Leo a sus compañeros en un audio que se filtró rápidamente en distintas redes sociales, en referencia a una reconocida reunión que mantuvo con la comisión directiva de Rosario Central.
Las derrotas consecutivas ante River, Racing y Defensa y Justicia culminaron, al fin, un ciclo en declive que supo ilusionar a la parcialidad canalla, atravesado por la pasión – y frustración – lógica de un hincha más.
El equipo de Hincha Canalla tuvo la posibilidad de mantener una charla con el ex técnico de la primera categoría, y acá te contamos todo a vos, que también sos parte:
- ¿Cuáles son tus planes futuros?
- La idea es seguir teniendo posibilidades de dirigir a otros clubes, a otras instituciones. Día a día trabajamos para lograrlo.
- ¿Cuál fue el factor primordial por el que tu proyecto no prosperó?
- Quizás se conjugaron varios factores. Creo que el no poder conformar el equipo tres o cuatro fechas consecutivas, nos jugó en contra. También el tema de las lesiones nos privó de tener continuidad con un mismo equipo.
- ¿Cómo interpretaste tu desvinculación?
- Para nosotros, fue una salida completamente apresurada. Podríamos haber seguido trabajando con tranquilidad. La situación se revertía con constancia, los resultados iban a venir. Ya habíamos dado muestras de eso, obtuvimos una cantidad de puntos importante. Pero el fútbol argentino en general está pasando por ésto, y nosotros no fuimos la excepción.
- ¿Percibiste que tu falta de rodaje en primera división cooperó con el destrato con el que se manejó tu desligamiento?
- Puede ser un factor. Creo que también las elecciones pueden haber jugado un poco en contra. Pero nosotros no hacemos tanto análisis de lo que puedan pensar otras personas, sino que nos enfocamos en el trabajo que realizamos, así como en la cantidad de puntos que acumulamos. Sacamos a Central de una posición realmente incómoda, hicimos debutar a muchos juveniles que eran promesas y hoy son realidad y van a poder competir, ahora, por un lugar en el primer equipo. Nosotros quedamos más que conformes con el trabajo que pudimos hacer.
- ¿Cómo transitaste, emocionalmente, el proceso de desvinculación?
- Fue realmente muy feo. Muy doloroso. Es el lugar en donde uno quiere estar, el lugar que uno aprecia. Yo me formé en esa misma tribuna, entonces es doloroso. Pero estoy tranquilo porque cumplí con mi deber. Todo lo que habíamos pautado con el cuerpo técnico, pudimos hacerlo. La desvinculación es algo que uno nunca quiere. Pero sabemos que el fútbol es así. Cuando se enfrenta tanta exposición, propia de los clubes grandes, el hilo siempre se corta por la parte más débil. Igualmente, no guardamos rencor. Estamos tranquilos y esperamos que, en algún tiempo no tan lejano, podamos volver.
- Si el nuevo ciclo de Bauza no funcionara, ¿aceptarías volver a la inmediatez?
- Ojalá que a Central le vaya siempre bien, porque es lo que nos hace sentir vivos. Que gane Central nos hace sentir plenos a todos. Salir de la cancha con un triunfo transforma la semana para todos. Pero sí, siempre estoy abierto a darle una mano al club, en lo que sea. Siempre voy a estar dispuesto a volver.
- Durante tu dirección técnica, circulaban versiones que aseguraban que algunos referentes del plantel se habrían acercado a miembros de la comisión para manifestar su fastidio para con tu liderazgo, coyuntura que habría colaborado con la culminación de tu ciclo. ¿Sentís que puede haber sucedido un hecho de tal magnitud?
- No. No creo que haya ocurrido. Yo tenía un ida y vuelta con los jugadores realmente muy bueno. Manteníamos un cara a cara permanente. De todas formas, si hubiese ocurrido, los dirigentes tendrían que irse del club y dejarles su lugar a los jugadores. Si ellos efectivamente deciden quién dirige y qué tiene que hacer, la comisión directiva debería abandonar su cargo.
- ¿Qué cambios llevarías a cabo en el hipotético caso de presidir una futura comisión directiva?
- Como ha resultado en Central históricamente, apostaría a los jugadores de las divisiones interiores. Haría una muy buena reestructuración de todo el fútbol amateur y profesional, pero siempre haciendo hincapié en las inferiores. Acercaría mucho más los predios de Rosarina a las divisiones de AFA y potenciaría a los juveniles.